sábado, 20 de octubre de 2007

La Fiesta de la Castaña y del Boniato...

Relacionamos al otoño con época de "caidas". Se caen las hojas, el pelo..., es época de castañas y, por que no, también de la recogida de los boniatos. Y hoy me pregunto, qué tendrá el otoño que nos revuelve, tanto por dentro y por fuera.
Por un lado, el tiempo nos vuelve locos, no sabemos que ponernos, igual llueve, como sale un sol, que es espléndido especialmente aquí en Alicante.
Con la llegada del otoño, muchas personas sienten melancolía, tristeza, apatía, decaimiento y cansancio. A este estado se le denomina "melancolía otoñal" y viene propiciado por el propio cambio de estación.

Un día, amanece nublado y cuando llega el mediodía, el sol nos sigue calentando y recordando que el invierno todavía está lejos. Sin embargo, el cuerpo lo siente y las cabezas andan revueltas durante esta época.


Será entonces por eso, que los labios en otoño e invierno se visten de rubí, cereza o bermellón, siempre creando unos efectos fantásticos que al combinarlos con "gloss", logran llamar la atención sin dejar de opacar ni restar protagonismo a la mirada.


Todo cambia bruscamente cuando llega el otoño. Las caras empalidecen según van perdiendo el moreno del verano...pero en La Casita de Tita, el otoño llega con nuevas fuerzas y por este motivo, hoy nos juntamos Caterina, Isabel, Zhou, Rafa, Nacho, Elena y Jose, para darle la bienvenida al otoño celebrando la fiesta de la castaña...por llamarla de algún modo.


Pero tampoco este, era el día propicio para pegarse un castañazo de muy señor mío, ni pillar una castaña pilonga, ni un trompazo de agarrese usted a alguna farola cercana si va haciendo eses, equís u ochos mientras al ir serpenteando meditabundo, le van faltando a uno aceras o vías pedestres...,que esas cosas pasan, oiga, y pasan cuando uno menos se lo espera, sin verlas venir...y, cuando quieres darte cuenta, llevas una catalina de aquí te espero.

Simplemente, se pretendía estar alegre, algo achispado para coger el puntito pero sin llegar a intimar con las farolas cercanas y menos aun, ir tocado del ala. Por que no era momento para darle al biberón y menos al trinqui.
Ya habrán mejores momentos para darle al frasco carrasco y soplar buen vidrio, por que para ir al lío, primero toca engrasar la maquinaria y darle otro palito a la burra.






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